Cuando se menciona las crisis que viven los mamíferos por la falta de agua en las áreas naturales, inmediatamente transportamos nuestros pensamientos a zonas desérticas como el desierto del Sahara en África, o las extensas estepas de Australia, sin embargo, pocas veces pensamos que en los bosques tropicales también ocurren crisis por la falta del vital líquido.
Este es el caso de la Gran Región de Calakmul (GRC), que se encuentra en el sur de México. Esta región se encuentra conformada principalmente por la Reserva de la Biósfera Calakmul (RBC), las reservas estatales Balam-Kim y Balam-Ku, que se encuentran dentro de la península de Yucatán al sureste del estado de Campeche, la Reserva de la Biosfera Maya (en Guatemala) y el área de conservación del Río Bravo Dos Milpas (en Belice); que en conjunto comprenden el bosque tropical más grande de Mesoamérica (con cerca de 3 millones de hectáreas).
La región de la “Selva Maya” (como también se le conoce a la región), carece de ríos caudalosos o cuerpos de agua superficiales extensos. De tal manera que las fuentes de agua disponibles son lagunas someras (conocidas localmente como “aguadas”). En los últimos años en la región de Calakmul se ha registrado una variación en los patrones de precipitación, los cuales son cada vez más notables en los bosques, reflejándose en la falta de agua durante la temporada seca, lo anterior ha ocasionado que las “aguadas” no capten el agua suficiente para mantener durante la temporada de sequía, esta situación es preocupante ya que, en esta región, se ha documentado que los animales eligen su hábitat con base en la disponibilidad de agua. Este artículo tiene como objetivo analizar la contingencia ambiental que se vivió en la región de Calakmul en 2019.
Crisis de los tapires
El tapir centroamericano o danto, como se le conoce localmente, es considerado un “jardinero de la selva” por qué consume una gran cantidad de semillas las cuales dispersa a través de sus excretas, fomentando la germinación de plantas y la repoblación de los bosques. Es una especie que requiere naturalmente una gran cantidad de agua para consumo, y aún más durante la temporada de sequía (cuando se alcanzan las temperaturas más altas).
Este mamífero herbívoro consume una alta cantidad de fibra la que debe ser procesada en su interior con mucha agua, sin embargo, este proceso de digestión en muchos casos está regulado por un comportamiento particular, “el bañarse”. A los tapires les gusta pasar buena parte del día remojado en las aguadas, comportamiento que se ve alterado al faltar el agua en estos humedales.
En 2019, justo al inicio de la temporada de sequías, ocurrió en Calakmul una serie de eventos inesperados que llamaron la atención de todos, de norte a sur diversos casos de tapir fueron reportados por pobladores locales, turistas y fuerzas del orden, que mencionaban a tapires muy cerca de las principales vías de comunicación de la región, adentrándose a sus parcelas, incluso tomando agua en sus galeras donde mantienen a los borregos, y en algunos casos los reportes se referían a animales muertos cerca de los pueblos.
Ante los diversos reportes de casos de tapires deshidratados en la región, el equipo de la RBC realizó esfuerzos extraordinarios para informar a la población para que reportaran y que en caso de aparecer un animal en mal estado de salud, este fuera atendido adecuadamente en el momento preciso. Al final de la temporada de sequía, se atendieron 12 tapires en estado de deshidratación en la GRC, sin embargo, es probable que un buen número de casos no hayan sido reportados.
Lo vivido en Calakmul, en 2019, es un reflejo de los cambios ambientales que se están dando debido al Cambio Climático Global, donde todos los investigadores han sugerido que, “los ambientes húmedos se harán más húmedos y los ambientes secos se harán más secos”, pues se ha registrado que, con el aumento de las temperaturas mundiales, al aumentar el vapor de agua en la atmósfera, resulta en una mayor precipitación sobre las regiones húmedas (ascendentes) y una reducción de la precipitación sobre las regiones secas (descendentes), lo que coincide con las simulaciones de modelos computarizados.
¿Qué se está haciendo para contrarrestar los efectos de la sequía?
Como parte del proyecto “GEF Especie en Riesgo una de las principales estrategias para mitigar los efectos de la sequía en la fauna silvestre de la GRC que ha tomado la RBC es la instalación de bebederos artificiales, que permiten a la fauna silvestre abastecerse de agua, sobre todo en esta parte del año en la que el agua es el recurso limitante, actualmente la RBC ha instalado 36 bebederos y rehabilitado otros 6, lo que hace un total de 42 bebederos artificiales los cuales son abastecidos constantemente con agua limpia por el equipo de la RBC.
Se mantiene un estricto monitoreo para evaluar que los bebederos sean funcionales y se han identificado 51 especies de aves y mamíferos que usan constantemente estas fuentes de agua durante la temporada seca. Lo que es más sorprendente es que los tapires y jaguares (especies de interés en el proyecto) usan de forma constante estos bebederos e incluso se han observado hembras con crías.
Además, una de las iniciativas de la RBC para lograr la conservación de las aguadas en la región, busca incluir a las “Aguadas” como humedales Ramsar, para lo que se han realizado talleres con actores locales, instituciones federales, organizaciones no gubernamentales y expertos en humedales de México.
Los resultados hasta ahora han sido satisfactorios. Primero, se formuló un concepto de aguada (el cual no existía en la terminología de humedales), ya que bajo consenso se definió a una aguada como “Cuerpo de agua temporal o permanente de origen natural o cultural prehispánico, que se forma con agua de lluvia, con características biofísicas que permiten impermeabilidad de suelos en la región Maya”; y segundo, se sentaron las bases para la integración del “Primer comité para la conservación de aguadas en México”, que ahora buscará la certificación e impulsará la iniciativa de lograr que las aguadas se consideren como Humedales Ramsar.
Dr. Fernando M. Contreras-Moreno / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Reserva de la Biósfera de Calakmul; Campeche, México