Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Una charla con...

Por: Lic. Silvia Patricia Pérez Sabino
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Cuenta la leyenda que hace muchos años vivió el señor Itzamná, quien decidió crear una tierra mágica y bella, donde todo aquel que la visitara desearía quedarse a vivir ahí. Entonces creó el Mayab, la tierra de los elegidos, y sembró en ella las más bellas flores que adornaran los caminos, creó enormes cenotes cuyas aguas cristalinas reflejaran la luz del sol, y también profundas cavernas llenas de misterio. Después, Itzamná le entregó la nueva tierra a los mayas y escogió tres animales para que vivieran por siempre en El Mayab, hoy Yucatán, y para que pensara en ellos lo recordara de inmediato. Los elegidos por Itzamná fueron el faisán, el venado y la serpiente de cascabel.

De este mágico lugar proviene la familia de don Víctor Manzanilla Schaffer, apasionado de la cultura maya, quien se casó con la egipcia de origen francés Roby Naim Guetta, quienes años más tarde se convertirían en los padres de Linda Rosa Manzanilla Naim.

Linda cursó la licenciatura en Arqueología y la maestría en Ciencias Antropológicas con especialidad en Arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México; posteriormente realizó su doctorado en Estudios Egiptológicos en la Universidad de París IV (Sorbona).

Con más de 160 publicaciones en libros en autoría, coautoría y edición, y una gran cantidad de trabajos de campo en México (Chihuahua, Estado de México, Quintana Roo y Oaxaca, entre otros) y en el extranjero (Turquía Oriental, Egipto y Bolivia), la Dra. Manzanilla denota su talento y capacidad en cada lugar que explora. Además, ha sido acreedora a más de 15 premios y distinciones, entre los cuales destacan, “El mejor estudiante de México”, “Premio Alfonso Caso a la Mejor Investigación en Arqueología”, “Premio Universidad Nacional 2003 en el área de Investigación en Ciencias Sociales”. En el 2003 ingresó como miembro extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, donde se encuentran todos los premios Nóbel y los más destacados investigadores del mundo, y en 2006, a la American Philosophical Society, fundada por Benjamín Franklin y El Colegio Nacional.

Para Hypatia es un honor compartir con ustedes, en su 6º Aniversario, la entrevista realizada a esta gran mujer, ícono de la Arqueología en México y en el mundo.


H. Dra. Manzanilla, ¿qué es la Arqueología y cuál es el objetivo de ésta?

LMN. “Es el estudio de las sociedades del pasado por medio de rastros materiales. Su objetivo es tratar de entender las transformaciones de las sociedades pretéritas; en tanto detectives del pasado, los arqueólogos integramos información de muchos tipos (física, química, isotópica, osteológica, genética, biológica, arqueológica, geofísica, geológica) para entender qué pasó en un determinado cuarto o patio. Para ello utilizamos el concepto de “área de actividad”, que es esencial como hipótesis de trabajo. Posteriormente se estudian otras escalas más amplias de análisis espacial: unidades domésticas, barrios, asentamientos completos y finalmente, regiones”.

H. En alguna lectura, encontré que existían varios tipos de Arqueología, entre ellos la urbana, si existe tal ¿cuántos tipos hay?

LMN. “Para mí sólo hay una. El adjetivo que se le ponga quizá esté relacionado con el tema que se trabaja. Yo trabajo las primeras ciudades y estados; en particular investigo cómo vivió la gente en esos primeros asentamientos urbanos. Se dice que hay arqueología prehistórica, histórica, de patrones de asentamiento, etnoarqueología y arqueología experimental, entre otras, por los temas específicos que tratan”.

H. ¿Qué línea de investigación desarrolla actualmente?

LMN. “Estudio la de sociedades complejas y urbanas; estoy interesada en entender cómo estaba gobernada Teotihuacan, en el centro de México, tanto a nivel de barrio, como a nivel de ciudad capital”.

H. ¿Qué resultados relevantes ha obtenido con su equipo de trabajo?

LMN. “Hemos avanzado mucho en la comprensión de las elites intermedias de los barrios, que tienen a su cargo mano de obra extranjera (en ocasiones, de Veracruz) para confeccionar atavíos y tocados para la elite. Pensamos que esa elite intermedia administraba el barrio y quizás era la intermediaria con el gobierno central.

Me interesa detectar a los gobernantes en una estructura social donde no figuran, no están mencionados ni representados, como lo es Teotihuacan. Es, por tanto, un gran reto intelectual”.

H.- ¿Cuál es el papel de la Arqueología como ciencia?

LMN. “La arqueología es una ciencia observacional de patrones repetidos de comportamiento de los seres humanos del pasado, y para ello articula información de la física, la química, la biología, la genética, la osteología, la arqueología, la geofísica, y la geología”.

H. ¿Cuál es la importancia de la Arqueología en la sociedad moderna?

LMN. “El entender el pasado es importante para la comprensión del presente, ya que somos producto de milenios de historia”.

H.- Dra. Manzanilla, en alguna entrevista usted señala que los historiadores y los arqueólogos deberían formar parte de la conciencia crítica de la sociedad, ¿de qué manera estas dos áreas del conocimiento nos ayudarían como sociedad?

LMN. “El conocimiento de los eventos del pasado sin duda nos da un marco de referencia para ver hacia dónde fueron cambiando las sociedades, y por qué se colapsaron. Nosotros somos un producto histórico”.

H. ¿Qué importancia se le da en México a la Arqueología?

LMN. “En México, la arqueología es muy importante, pero creo que se podría hacer mucho más para que cada vez fuera una disciplina más sistemática. Que el registro de lo que se excava se hiciera más detallado, para poder tener un banco de patrones de conducta con sus respectivas trazas materiales”.

H. ¿Cuál es el rumbo de la arqueología?

LMN. “La arqueología va hacia excavar menos y prospectar más, es decir, hacer estudios de superficie más completos para perturbar lo menos posible el registro arqueológico”.

H. Para concluir Doctora, ¿qué mensaje quiere dejar a los lectores de Hypatia?

LMN. “Que se eduque a la sociedad en la protección de nuestro patrimonio; debemos de aprender a respetar la integridad del contexto arqueológico, y no saquear pues cuando el arqueólogo llega y ya hubo un saqueo, los contenidos funcionales de los contextos desaparecen, provocando que no se entienda qué sucedió en un lugar particular”.