Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Exploración espacial “un sueño hecho realidad”

El siglo XX será recordado en la historia de la humanidad por ser la etapa en que el hombre se lanzó a la conquista del espacio exterior. Sin embargo; esto no habría sido posible de no ser por los importantes avances científicos y tecnológicos que a lo largo del tiempo contribuyeron a que el hombre fuera capaz de alcanzar este sueño.

Hace más de 1000 años, con la invención de la pólvora, la cultura oriental fue la precursora en la fabricación de cohetes a partir del llenado de tallos de bambú con esta sustancia explosiva. Cabe mencionar, que estos artefactos se utilizaban exclusivamente en ceremonias religiosas.

Más tarde, los cohetes fueron utilizados como armas, concretamente en la batalla de Kai-Keng (año 1232) en la que se enfrentaron chinos y mongoles. En ese momento su fabricación consistía en tubos llenos de pólvora, con una abertura en la parte lateral y una flecha en la parte frontal.

Figura 1. Cohetes de pólvora en la cultura oriental

A través del tiempo, los cohetes de pólvora fueron evolucionando; sin embargo, fue hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX donde científicos pioneros como Pedro Paulet, Robert Hutchings Goddard, Konstantin Tsiolkovsky, Hermann Oberth y Wernher von Braun sentaron las bases de la astronáutica moderna y con ello la fabricación de cohetes espaciales.

En 1897 el ingeniero peruano Pedro Paulet diseñó y construyó el primer motor de propulsión para un cohete. Este motor tenía un peso de 2,5 kilogramos y como combustible utilizaba un componente formado por peroxido de nitrógeno y gasolina, experimentaba 300 explosiones por minuto, las cuales daban como resultado un empuje de 200 libras.

Figura 2. Motor de reacción experimental diseñado por Pedro Paulet

Lanzamiento de la sonda espacial Rosetta.

Cinco años más tarde, en 1902 el físico soviético Konstantin Tsiolkovsky conocido como “El padre de la cosmonáutica”, diseñó una nave a retropropulsión. Tsiolkovkky llevó a cabo los primeros cálculos matemáticos para determinar la cantidad de combustible y potencia de motores requeridos por un cohete para alcanzar la velocidad de escape (Ve =11.2 km/s) y así liberarlo de la atracción gravitatoria de la Tierra.

Figura 3. Konstantin Tsiolkovsky y su proyecto de nave.

En 1912, el ingeniero estadounidense Robert Goddard y el científico alemán Hermann Julius Oberth (en 1923) perfeccionaron sus motores experimentales. Goddard fue más lejos y construyó diversos cohetes pequeños; se especializó en construir cohetes impulsados por combustible líquido. El primero de ellos fue probado en la granja de su tía en 1926, el cual se elevó hasta una altura de 12 metros y cayó a 56 metros del punto de lanzamiento. Esto fue solo el inicio en la línea del tiempo de la exploración espacial.

Figura 4. Robert Goddard con uno de sus cohetes fabricados.

 

LINEA DE TIEMPO


ºFís. Jorge Iván Amaro Estrada / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Departamento de Física, Facultad de Ciencias. Universidad Autónoma del Estado de Morelos.