Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Resolver la biología para reactivar la economía

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Cuando la epidemia ficticia del insomnio llegó a Macondo, nadie creyó que fuera motivo de preocupación sino hasta que experimentaron por sí mismos los efectos del olvido. Entonces, se empezaron a tomar medidas públicas y personales para evitar el contagio a otras aldeas, a tal punto que, luego de un tiempo, la cuarentena fue tan eficaz para evitar su propagación que no hubo que preocuparse más por la enfermedad y retomaron sus actividades cotidianas con las debidas precauciones.

La situación descrita en Cien años de soledad del célebre García Márquez, no es muy distinta a lo que hoy en día vivimos a nivel mundial con la crisis de salud provocada por el agente viral SARS-CoV-2, excepto por su carácter mortal.

Pese a las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los gobiernos de cada país, el fin de la pandemia está todavía lejano, aunque la vida diaria tiene que seguir y en especial las actividades económicas, que son uno de los pilares fundamentales para mirar con confianza y seguridad el futuro. Por ello, con la disminución aproximada de 12 millones de empleos al inicio de la pandemia, de acuerdo con datos de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE, 2020), el escenario actual en México en materia de economía y seguridad laboral ejemplifica una obviedad postergada: para reactivar la economía es prioritario atender y resolver la biología del COVID-19.

Existe un consenso entre expertos de la salud de que hay al menos dos vías para contener la pandemia y volver con plenitud a las actividades económicas: la inmunización segura mediante una vacuna, o bien, la implementación de políticas públicas que generen un comportamiento colectivo saludable, lo suficientemente robusto como para aplanar la curva de contagios en la población.

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La primera opción avanza con velocidad, sobre todo, si consideramos que la historia de la inmunología nos demuestra que los ensayos clínicos forman parte de un proceso que lleva décadas para lograr una vacuna efectiva para un agente infeccioso específico, como es el SARS-CoV-2. Por ejemplo, para llegar a una inmunización segura de la viruela, o más recientemente del ébola con la vacuna experimental VSV-EVOV, el proceso se logró en no menos de diez años. En la actualidad, a ocho meses del brote de la pandemia están en desarrollo avanzado seis posibles vacunas, de las cuales, dos parecen ofrecer resultados alentadores.

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La vacuna azd1222 desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, está en la fase de prueba en civiles voluntarios de Reino Unido, Estados Unidos y Brasil.

Así como la vacuna Ad5-nCoV de CanSino es implementada en militares del ejército de China. Ambos proyectos nos muestran que del lado científico se está haciendo todo lo posible para solucionar la biología, sin embargo, el acceso a la población no estará disponible sino hasta la segunda mitad del 2021 en el mejor de los pronósticos. Dado este escenario, sólo nos queda seguir la segunda vía cuyo éxito para reactivar la economía depende de un trabajo en conjunto entre ciudadanos, empresarios y autoridades gubernamentales.

Políticas públicas, incertidumbre y alfabetización sanitaria

El portal de seguimiento al COVID-19 Our World de la Universidad de Oxford, que compara a nivel mundial los casos confirmados por cada millón de habitantes muestra que, el índice de contagios es menor a lo esperado, lo que nos hace pensar que es posible construir un futuro económico que beneficie a todos, sobre todo, a los sectores más vulnerables del país.

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En la incertidumbre actual, el acceso a la información clara y veraz es indispensable en un país donde se mira con desconfianza a la ciencia y se propagan teorías conspirativas sobre el origen de la pandemia basadas en opiniones y no en evidencias. Por ello, la «alfabetización sanitaria» que consiste en poner en práctica y acatar las indicaciones de salud ampliamente difundidas en el país, es el pilar cultural que sostendrá la puesta en marcha de la economía en la nueva realidad que nos vino a mostrar el surgimiento del agente viral SARS-CoV-2.

A su vez, el gobierno debe generar con urgencia las políticas públicas necesarias en materia de seguridad social y laboral para que los ciudadanos y los empresarios se involucren en el cumplimiento de los protocolos de salud. Sin un comportamiento colectivo saludable y sin la creación de las condiciones sociales favorables para la población, será aún más lenta la solución al COVID-19 y por ende, la recuperación económica que es materia de preocupación actual a nivel nacional.


Dra. Elizabeth Martínez Bautista / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Facultad de Filosofía y Letras
Universidad Nacional Autónoma de México