La radiación solar que llega a la tierra incluye un tipo de luz de la que hemos escuchado en los comerciales de cremas protectoras solares, “la radiación (o luz) ultravioleta (UV)”. Éste es similar a la luz del sol o la que sale del foco
led de nuestra sala; sin embargo, ciertas características de la UV hacen que no podamos percibirla, ¡al menos no con la vista!
La radiación UV se divide a su vez en tres tipos de radiación ubicadas a lo largo del espectro electromagnético (figura 1), conocidos como UVC, UVB y UVA.
La atmósfera absorbe casi en su totalidad la UVC, por lo que su efecto es despreciable; sin embargo, las radiaciones UVB y UVA sí llegan a la superficie de la tierra causando ciertos efectos en los humanos. La luz UVB, por ejemplo, es responsable de quemaduras y cáncer en la piel. La luz UVA, por otro lado, es causante de envejecimiento prematuro y del debilitamiento del sistema inmunológico.
Protección
Para hacer frente al riesgo de la radiación UV, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado evitar la exposición prolongada al sol y utilizar cremas bloqueadoras solares de buena calidad. Aunque podemos guiarnos por la etiqueta de las cremas para saber su calidad, no debemos confiarnos del todo. De hecho, nosotros mismos podemos darnos cuenta si el producto nos está protegiendo, al menos de la radiación UVB.
Veamos un par de ejemplos: Imagina un día de vacaciones en la playa, en esta ocasión decides probar una nueva marca de bloqueador solar; te lo pones y, después de un día de diversión bajo el sol, al llegar a tu lugar de descanso te das cuenta de que tu piel está enrojecida, te comienza a dar comezón y ardor, por lo que, con cierta molestia dices: ¡este bloqueador no sirve! En este caso te diste cuenta, relativamente rápido, de que el producto no funcionó para protegerte del sol, específicamente de la radiación UVB. Seguramente la próxima vez no vas a comprar la misma marca.
¿Pero qué pasa con la protección UVA? Ahora supongamos que por algún par de años has estado utilizando el mismo bloqueador que te ha funcionado bien para evitar quemaduras. Al paso del tiempo notas algunas arrugas en el rostro, en los brazos y manos; naturalmente pensarás: ¡estoy envejeciendo! Lo que quizá no sabes es que posiblemente el bloqueador que te permite estar bajo el sol con tanta seguridad protegiéndote de los rayos UVB no lo hace así para los UVA.Seguramente ese bloqueador (sin dejar de culpar al envejecimiento natural) ha contribuido a la aparición de esas arrugas. ¡Qué molesto!, ¿no?
Figura 1. Espectro electromagnético con radiaciones de diferente longitud de onda. La longitud de onda no es otra cosa más que la distancia entre dos picos de una onda (sí, una onda como las que se aprecian al aventar una piedra a un lago o cuando agitamos una cuerda). La luz también se comporta como una onda, pero de dimensiones nanométricas (de ahí la abreviación nm).
Figura 2. Mecanismo de evaluación de la protección UVA de cremas. A la izquierda podemos ver una película sin crema, la cual está fluoresciendo a una cierta intensidad. A la derecha, podemos ver que cuando aplicamos la crema solar, la fluorescencia (rayos azules) disminuye ya que no llega la misma cantidad de radiación UV a la película.
Ya que los efectos de la radiación UVA no son notorios a corto plazo es difícil saber si un protector solar realmente es efectivo.
La medición
En la actualidad existen discrepancias en los estándares de control de calidad para la evaluación de la protección UVA de cremas solares. Esto genera incertidumbre sobre la protección real de estos productos. Es evidente la necesidad de crear nuevas técnicas para la medición de la protección UVA de éstos.
En el laboratorio de síntesis de nanoestructuras y sus aplicaciones se propuso un nuevo método para la evaluación de la protección UVA de cremas solares, utilizando para ello películas poliméricas que fluorescen (brillan) al incorporarles un material carbonizado. La fluorescencia de estas películas depende de la cantidad de radiación UVA que incide en ellas. Si nosotros cubrimos estas películas con un bloqueador solar, podemos estimar el nivel de protección, por los cambios en elbrillo de éstas (figura 2).
Figura 3. Fotografías de la película fluorescente sin crema protectora (parte superior izquierda) y las películas cubiertas con cremas protectoras de diferentes marcas.
En la figura 3 podemos ver una fotografía de las películas cubiertas con diferentes cremas solares. Las cubiertas con los productos AS30+ y CB30 brillan más, lo que indica que reciben mayor cantidad de radiación, por lo tanto, tienen una menor protección UVA. ¡Los productos HT50+, HTSH50+, CB50+, BBT50 y el BBT30, sí que protegen! Con esta técnica podemos medir visualmente la protección UVA de cremas solares.
Interesante, ¿no?
Dr. Daniel Hernández Rivera / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. Vivechana Agarwal / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro de Investigación en Ingeniería y Ciencias Aplicadas Universidad Autónoma del Estado de Morelos