Ilustración: Ana Barriga Montoya.
Es muy frecuente pensar en las infecciones vaginales como un tema tabú, no sólo en México sino todo el mundo, situación que ocasiona la falta de información y la escaza búsqueda de respuestas a este tipo de padecimientos. La vaginosis bacteriana es la infección más común en las mujeres en etapa reproductiva o después de la menopausia y está asociada a diferentes complicaciones en la salud, como el aumento en la probabilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual o abortos espontáneos, entre otras.
Esta condición se caracteriza por el remplazo de las bacterias de la microbiota vaginal normal (lactobacilos) por otro grupo de bacterias, dentro de las que destaca Gardnerella vaginalis. Esta bacteria es el principal agente desencadenante de la vaginosis bacteriana y, de hecho, es la responsable de que sea tan difícil de erradicar por completo aun tomando el tratamiento de elección.
Este fenómeno se debe a que G. vaginalis forma una biopelícula, es decir, un tipo de tapete microbiano que se adhiere a las superficies ―por ejemplo, la placa dental que después causa caries―, permitiéndole subsistir para que, después de un cierto tiempo, pueda volver a colonizar la cavidad vaginal, provocando recaídas en las que por supuesto los síntomas vuelven.
Debido a esta alta tasa de recaídas, la mayoría de las mujeres optan por buscar otros tratamientos que les ayuden a disminuir los molestos síntomas o para tratar de acabar completamente con la infección. Generalmente, estos tratamientos son de origen natural como baños con hierbas, pomadas o infusiones de plantas medicinales.
El uso de compuestos derivados de plantas con propiedades antimicrobianas es una práctica que va en aumento debido también al problema de la resistencia a antibióticos que cada vez es más reportada, es por eso que una gran cantidad de científicos se dedica a la búsqueda de compuestos para sintetizar nuevos medicamentos.
En México hay una gran cantidad de plantas que desde hace tiempo se han utilizado para tratar infecciones vaginales. Por esta razón, en el laboratorio de microbiología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas se decidió probar la actividad de algunas plantas medicinales sobre Gardnerella vaginalis.
A partir de las plantas de mejorana, caléndula, romero, eucalipto, tomillo y lavanda se obtuvieron los extractos crudos, éstos se probaron sobre el crecimiento de G. vaginalis para ver si realmente evitan que se multiplique. Así se observó que cuatro de las seis plantas efectivamente inhiben su crecimiento: mejorana, tomillo, eucalipto y lavanda, descartando la caléndula y el romero, que no la inhibieron. Resulta muy interesante que, a pesar de la heterogeneidad de la composición de estas plantas, las cuatro la hayan inhibido en mayor o menor medida. Cabe resaltar que de la mejorana y el tomillo sí se esperaba este resultado por su alto contenido en carvacrol, pero del eucalipto y la lavanda fue hasta cierto punto, una sorpresa.
Como ya se comentó, el hecho de que inhiba el crecimiento de la bacteria no es suficiente para erradicar la infección, es necesario saber si estos extractos tienen algún efecto reductor sobre la biopelícula de G. vaginalis. Para esto se probaron los extractos de tomillo, mejorana y eucalipto (ya que son los tres que inhibieron el crecimiento a una menor concentración de extracto) sobre la biopelícula ya formada.
Los 3 extractos de las plantas redujeron favorablemente la biopelícula, incluso hubo un caso en que el eucalipto tuvo una disminución de 41% de un aislamiento proveniente de una mujer con vaginosis bacteriana.
Estos datos dan un excelente indicio de la actividad que tienen los extractos de plantas sobre G. vaginalis y a pesar de que se necesitan más estudios para ver su efectividad y toxicidad, entre otras cosas, se puede pensar que en un futuro próximo alguna de estas plantas o incluso otras puedan utilizarse como un tratamiento alternativo o potencializador del tratamiento alópata tradicional para erradicar totalmente la vaginosis bacteriana y evitar las recaídas.
Q. B. P. Dulce Argelia Camacho Bravo / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
M. en C. Graciela Margarita González Lugo / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional.