Foto: Ernesto Alonso Navarro.
Panpa kimatiske keman kiawis, inon altepemeh momachtiah miekan, kenime kua ya tlachia itek ostomeh wan kwika tlakwale para inon Awakes tlamokuitlawia ipan ixtlawatl.
Inon tlamatkeh kita itek inon atl
tla amoyawak, kitosneke waltemotika weye atl itek inintlale ipan inon
tepemeh Morelos, inon kion kitosneke kuale ka kiawis.
Itewan inon altepeme, kita kanika kisa inon tonale ipan inon tepemeh wan ompa kita kua ikuale tokaske. Moche inikin kitowa iweka waletika wan yo kiitake Kenika yatika moche.
Para saber cuándo habrá lluvias, los pueblos indígenas hacen varios rituales, como visitar cuevas y llevar ofrendas a los Awakes quienes controlan la naturaleza. Si los "tiemperos" ven alguna señal, por ejemplo: si hay agua turbia, significa que las corrientes subterráneas están recibiendo aguas abundantes de las partes altas de Morelos y habrá buenas lluvias.
También las comunidades indígenas observan cómo sale el sol detrás de las montañas, para poder saber cuándo empezar a sembrar y seguir el cultivo. Todas estas prácticas culturales tienen una explicación que, desde la visión occidental, se puede decir, es resultado de la observación y comparación científica.
Náhuatl variante de Cuentepec, Morelos; traducción: Carlos Arturo Sarmina Torres.
En el estado de Morelos, cada vez hay mayor visibilidad y comprensión de las tradiciones culturales indígenas; se reconoce que, son manifestaciones de sistemas que se desprenden de principios éticos, normas, valores y significados.
Pronósticos de lluvia
El actual territorio del estado de Morelos tiene características que le dan un gran potencial para la agricultura. El agua de la lluvia en las tierras más altas se absorbe formando corrientes subterráneas que surgen arriba de los Valles de Tierra Caliente, que son irrigados por gravedad. Pero en una buena parte de este territorio, las siembras dependen de las lluvias, por lo que es necesario tener una idea de si será un año de abundancia o escases.
Por lo anterior, varias comunidades de Morelos han desarrollado técnicas para pronosticar las lluvias, entre otros, los pueblos de San Andrés de la Cal y de Xoxocotla. En el primero, el día tres de mayo se visitan siete cuevas para ofrendar, de manera ritual a “los aires” o Awakes, quienes, según la tradición cultural indígena, controlan la naturaleza. Las ofrendas son para congraciarse con estos seres y lograr que les otorguen lluvias suficientes y oportunas. En una de las cuevas, cuando los especialistas (también llamados “tiemperos o graniceros”) se encuentran ofrendando, pegan el rostro a una roca en especial para sentir la vibración que desprende. Si las vibraciones son fuertes, esto indica que habrá un buen temporal; de lo contrario, habrá pocas lluvias. Sucede que las corrientes subterráneas que chocan contra las rocas se forman con las lluvias tempranas que caen en abril o antes en las tierras altas de Morelos. De ahí, que la intensidad de las vibraciones corresponde a qué tan abundantemente ha llovido en las alturas. Es así que pueden tener una idea de cómo será la temporada.
En Xoxocotla, dentro de una cueva hay un manantial donde se ofrenda a los aires y se observa el color del agua. Si el agua es turbia —debido a que el caudal arrastra mucha tierra—, quiere decir que las corrientes subterráneas reciben el agua de lluvias abundantes en las partes altas del estado, lo cual indica buen temporal; si ésta es clara, indica lo contrario.
Paisajes como calendarios agrícolas
Existe una práctica muy antigua que tiene que ver con la lectura del paisaje para realizar las labores agrícolas en los tiempos adecuados. En Cuentepec, se observa cada día al amanecer en qué lugar sale el sol; cuando éste sale atrás de determinado punto que puede ser la cima de una montaña o cualquier otro elemento que aparezca en el horizonte, esto sirve como marcador del inicio de la siembra; posteriormente, se observa el recorrido del sol cada mañana para estar alerta cuando salga detrás de otro marcador, posiblemente otra montaña, porque entonces se deberá continuar con las tareas subsecuentes de los cultivos. Se trata de que cada labor se realice como lo señalan los marcadores especialmente, no se debe rebasar el último marcador, esto tiene un trasfondo técnico.
Cuentepec, es un ejemplo de esta tradición, donde se sigue esta lectura del paisaje en la siembra del maíz e incluso, se cuenta que desde el centro ceremonial antiguo de Xochicalco se leía el paisaje para dar cuenta de los marcadores.
Como se pude apreciar, las prácticas culturales referidas tienen una razón y una explicación que, en la visión occidental, se podrían referir como técnicas y a un producto de innumerables días de observación y comparación.
Dr. Luis Miguel Morayta Mendoza / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro INAH Morelos