Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Mastodontes en Morelos. Gigantes del Pasado


Dr. Eduardo Corona Martínez
Centro INAH-Morelos y Lab. de Arqueozoología, INAH
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Fotografía: Dr. Eduardo Corona-M, Lic. Silvia Patricia Pérez Sabino

Los gonfoterios (Gomphotheridae) son un grupo ancestral extinto de proboscídeos, caracterizados por tener la mandíbula con una barbilla alargada. Guardan una lejana relación con los mamuts y los elefantes actuales; se diferencian de ellos en la estructura dental, debido a que los molares presentan cúspides en su superficie masticadora y llegan a tener de dos a cuatro incisivos, además de ser más pequeños. Los géneros que se registran son Gomphotherium, Stegomastodon, Rhynchotherium y Cuvieronius.

El grupo se ha considerado exitoso en lo cronológico, porque en Norteamérica se registraron en los periodos en el Mioceno y Plioceno (entre 12 y 16 millones de años), presentando procesos de declinación y de plena extinción hacia el Pleistoceno terminal (alrededor de los 10 mil años antes del presente). Es notable su biogeografía, Norteamérica fue una región importante para su diversificación y su posterior dispersión hacia Sudamérica, formando parte del llamado Gran Intercambio Biótico Americano que se inició hace 2.5 millones de años.

En México, los ejemplares de esta familia se han reportado desde el siglo XIX y principios del siglo XX en los trabajos de importantes paleontólogos norteamericanos y alemanes. Varios de estos ejemplares se encuentran en las colecciones científicas mexicanas de la UNAM.

Aunque durante mucho tiempo su registro se puede considerar escaso, comparado con el de otros vertebrados fósiles, en las últimas décadas éste se ha ampliado debido al estudio en diversas localidades, como son las de Morelos y Guerrero; además de Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Jalisco, Puebla, Sonora y Yucatán. Esto nos da un panorama biogeográfico más completo, confirmando que eran organismos característicos de bosques montañosos tropicales. Estudios efectuados en Estados Unidos y Europa nos muestran que su estrategia de alimentación era mediante el consumo de ramas.

En Morelos, las localidades de Nexpa y Chimalacatlán (Cueva Encantada) en el municipio de Tlaquiltenango, son las que conocen de este tipo de animales de gran talla. En esta última, actualmente existe un Museo comunitario que exhibe algunas de las piezas recuperadas. Cabe mencionar, que en el 2001 fueron localizados los restos del mastodonte gonfoterios y de fauna pleistocénica por pobladores que buscaban agua, con la cual se abre una ventana hacia el pasado, que puede ser mantenida gracias a la cooperación fructífera entre la población y sus autoridades con el INAH. Dejando claro que una denuncia efectuada a tiempo por los habitantes del lugar y la atención adecuada de los investigadores permitieron recuperar información valiosa, tanto para la paleontología como para los estudios sobre el poblamiento de América.

En fechas recientes, el suscrito colaboró en una revisión y una síntesis del conocimiento de este grupo en el país, delimitando algunos de los problemas que existían, tales como: la falta de certeza de muchos de los antiguos registros, y la complejidad que había derivado de los nombres científicos asignados.


El Dr. Eduardo Corona Martínez es investigador del Centro INAH Morelos y asociado al Laboratorio de Arqueozoología (Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico, INAH) ha realizado investigaciones paleobiológicas en los Estados de Morelos y Guerrero, además de estudios etnozoológicos y de historia de la Biología en México. Ha publicado tres libros más varios artículos en revistas científicas nacionales e internacionales.