Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

La Máquina del tiempo

Estómago que arde, por una bacteria.Imagen de muestra

Lic. Claudia Trujillo Villa
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Hasta hace poco tiempo, todo el mundo pensaba que las bacterias no podían sobrevivir en el estómago. Además, se consideraba que las úlceras, que implican la pérdida de la mucosa o de la submucosa del estómago, y las gastritis (son inflamaciones) se producían como consecuencia de alimentarse con comidas picantes o por el estrés, entre otras razones. Nadie mencionaba a las bacterias, pero entonces ¿quiénes las descubrieron y hace cuanto?

Los australianos Barry J. Marshall y J. Robin Warren, descubrieron en 1982 que la inflamación del estómago (gastritis) y la úlcera de estómago o duodeno (conocida como úlcera péptica) se deben a una infección causada por esa bacteria. Gracias a ello en la actualidad se ha establecido con certeza que la Helicobacter pylori causa más del 90% de las úlceras duodenales y hasta el 80% de las úlceras gástricas. Hoy, las úlceras de estómago ya casi no necesitan cirugía y los cánceres estomacales disminuyeron, aunque no dejaron de ser la forma de tumor que ocupa el segundo lugar entre las más mortales en el mundo.

El patólogo Robin Warren observó en 1979 la presencia de una bacteria inusual en las biopsias de pacientes con gastritis, hallazgo recibido con escepticismo, pues no se creía que una bacteria podía sobrevivir al efecto de los ácidos estomacales.
Nacido en Perth, Australia, en 1937, Warren comprobó que en alrededor del 50 por ciento de los pacientes a los que se habían tomado biopsias estas bacterias estaban colonizando la parte baja del estómago.

Barry Marshall, de 54 años de edad y experto en medicina clínica, se interesó en los análisis de Warren y juntos iniciaron un estudio con biopsias cultivando he identificando la “Helicobacter pylori” los dos científicos comprobaron que la bacteria estaba presente en prácticamente todos los pacientes con inflamación gástrica, úlcera de duodeno o úlcera gástrica; siendo merecedores en el año 2005 del Premio Nóbel de Medicina y Fisiología por el gran hallazgo.
Como muchos otros genios, ellos también eran considerados tipos raros y fuera de la realidad en 1982, aumentando aún más las críticas cuando Barry Marshall se había tragado un cóctel mezclado con miles de millones de bacterias y había sufrido una gastritis que curó con antibióticos. Mientras que el segundo, Warren, había aprovechado que su esposa sufría de una úlcera para estudiar por qué se producía la enfermedad.

Finalmente debemos mencionar que la mitad de la población mundial está infectada con H. Pylori. Las personas que viven en países en desarrollo o en condiciones de hacinamiento o insalubridad tienen la mayor probabilidad de contraer las bacterias, que se pasan de una persona a otra. La H. Pylori sólo crece en los intestinos y generalmente se contrae en la infancia y gracias al descubrimiento la úlcera péptica ha dejado de ser una enfermedad crónica y puede ser curada con un corto tratamiento de antibióticos e inhibidores de secreción ácida.