Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

¿Tienen todos los animales sangre?

Dra. Claudia Sierra Castillo / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Archivo: Hematología

Cuando se habla de la sangre en general se cree que no todos los animales tienen sangre, debido al concepto general que se tiene por la característica coloración roja otorgada por la hemoglobina contenida en los eritrocitos del tejido sanguíneo que se encarga del transporte de oxígeno (O2), estas células se encuentran presentes en todos los organismos vertebrados (organismos que poseen huesos como los anfibios, peses, anfibios, reptiles, aves y mamíferos), sin embargo, los invertebrados (organismos que no poseen huesos como: los insectos, arácnidos, moluscos y crustáceos) poseen hemolinfa (término utilizando en lugar de sangre de vertebrados), solo que esta es de una coloración ligeramente amarilla con apariencia transparente debido a que estos organismos no poseen eritrocitos y el transporte de oxígeno se lleva a cabo por una proteína que se llama hemocianina, la hemolinfa en contacto con el oxigeno se oxida adquiriendo una coloración verde transparente; los invertebrados al ser más simples no requieren de células especializadas que lleven a cabo esta función.
          El sistema circulatorio está presente en todos los organismos desde invertebrados hasta vertebrados, realiza funciones similares en cada uno de ellos y esta constituido por un corazón arterias y venas que se encargan de la distribución de la sangre, en vertebrados sale del corazón y regresa por medio del sistema circulatorio cerrado, los invertebrados poseen un sistema circulatorio abierto, es decir que la hemolinfa no regresa al corazón por un circuito sino que es irrigada por el cuerpo y regresa por medio de unas estructuras llamadas ostiolos al corazón.
La sangre constituye el único tejido fluido del organismo esta formado por la fase líquida “suero” y la fase sólida (Fig. 1) que contiene a las células circulantes: eritrocitos, trombocitos o plaquetas y leucocitos. En vertebrados los eritrocitos maduros en circulación de los mamíferos (Fig. 2) no poseen núcleo ya que no requieren de organelos, su tiempo de vida es aproximadamente de 120 días, miden en promedio 7μm (micrómetros), estas características de los eritrocitos forman parte de la adaptación para que el transporte de O2 (oxigeno) sea eficiente a todo el cuerpo. Sin embargo, en los demás vertebrados estas células en circulación (Fig. 3) poseen núcleo, son mas grandes y elípticas que los de los mamíferos, en peces miden 10 x 12 μm -promedio, en anfibios 13 x 22 μm, en aves 8 x 17 μm y en reptiles llegan a medir 12 x20 μm.
          En todos los vertebrados los eritrocitos se encargan principalmente del transporte de oxígeno que es llevado a cada una de nuestras células y recogen el CO2 (bióxido de carbono) para llevarlo a los pulmones, es expulsado al ambiente y llevado a las hojas verdes de las plantas para que sea transformado por medio de la fotosíntesis a O2 que respiramos y es llevado a los pulmones para hacer otro ciclo; todo este proceso nos permite ver que no somos independientes, sino que hay una relación estrecha con el medio que nos rodea, pues de otras manera nuestras células morirían al no tener el aporte de oxígeno adecuado, es por eso que no es conveniente vivir en zonas con contaminación atmosférica, ya que en lugar de respirar oxígeno respiramos contaminantes, que no les sirve a las células para realizar sus funciones y que finalmente envenenan nuestro cuerpo, otro ejemplo de la dependencia que tenemos del oxígeno es cuando una persona se ahoga, si no es rehabilitada en menos de tres minutos corre el riesgo de muerte cerebral debido a que las neuronas no tienen el suficiente O2 para realizar sus funciones.
          Otro componente celular son las plaquetas (Fig.4) presentes únicamente en mamíferos estas son pequeñas fracciones celulares que llevan a cabo la coagulación; en anfibios, peces, reptiles y aves son sustituidos por los trombocitos (Fig.5) células completas por lo que tienen un tiempo de coagulación más rápida y finalmente los leucocitos, células que se encargan del mecanismo de defensa.
Los leucocitos (Fig.6) a su vez están subdivididos en 5 grupos en base a la reacción a las tinciones tipo Romanowsky las cuales tienen por característica un pH neutro y que tiene la capacidad de reaccionar con los componentes ácidos o básicos al entrar en contacto con los componentes de la tinción, cada uno de estos grupos de leucocitos tienen una función fundamental en el mecanismo de defensa del organismo indispensable para la sobrevivencia de todos los organismos vivos contra organismos patógenos, de esta forma podemos diferenciar a los leucocitos en: neutrófilos (Fig. 6A) ya que no reaccionan con el colorante y se encuentran presentes en mamíferos, peces óseos (presentan huesos) y anfibios (Fig.6B), mientras que en peces cartilaginosos, aves y reptiles los neutrófilos son sustituidos por los heterófilos (Fig. 6C) que cumplen funciones similares como combatir infecciones por bacterias, pero que presentan en su citoplasma gránulos alargados en forma de bastón con reacción a la tinción de color naranja, rosado o café.
           El resto de los leucocitos se presentan de forma similar en todos los vertebrados entre ellos se encuentran los granulocitos (por la presencia de gránulos citoplasmáticos) que a su vez se dividen en: eosinófilos (Fig. 6D) cuya función es debida a la presencia de algunos parásitos o por alergias, la reacción a la tinción de sus grandes gránulos citoplasmáticos es de color naranja, los basófilos (Fig. 6E) presentes cuando hay desordenes celulares o inflamación, son células con grandes gránulos citoplasmáticos que reaccionan con el colorante dando una coloración azul intensa y los leucocitos que no poseen gránulos citoplasmáticos: los monocitos (Fig 6F) células inmaduras en circulación que al madurar se convierten en los macrófagos (células fagocíticas ubicadas en los tejidos encargadas de destruir organismos patógenos que han invadido los tejidos) y los linfocitos (Fig. 6G) células que se encargan de la respuesta inmune adaptativa, es decir cuando el individuo ha tenido contacto previo con el organismo patógeno para poder hacer los anticuerpos (encargados de reconocer a las bacterias.
          En relación a los invertebrados que no poseen eritrocitos el transporte de O2 es por medio de una proteína llamada hemocianina, es por ello que la hemolinfa (sangre de los invertebrados) (Fig 7) no tiene la coloración roja ), la coagulación se realiza por una proteína “coagulina” y el mecanismo de defensa se realiza por medio de los hemocitos (células circulantes de la hemolinfa) (Fig. 8), estas células las hemos clasificado en frotis de hemolinfa y reacción a la tinción Romanowsky, los hemocitos con reacción neutra son los neutrofílicos (Fig. 8A), con reacción ácida acidofílicos (Fig. 8B), reacción básica basofílicos (Fig. 8C) y los que no presentan gránulos en su citoplasma son los agranulocitos tipo I (Fig. 8D), tipo II (Fig. 8E) y tipo III (Fig. 8F).
De acuerdo a lo descrito queda claro que todos los organismos tienen sangre y que a pesar de haber diferencias entre los componentes celulares se llevan a cabo las mismas funciones de acuerdo a sus necesidades y adaptación al medio donde viven. Por otra parte, vemos que dentro de un mismo tejido en este caso el tejido sanguíneo existe una gran diversidad celular con funciones similares.


Semblanza


Claudia Sierra Castillo es técnico laboratorista clínico y cuenta con la licenciatura en biología en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Además de la especialidad en microscopía electrónica aplicada a las ciencias biológicas en la Facultad de Ciencias de la UNAM y el Doctorado en Ciencias en el Instituto Tecnológico de Oaxaca. Ha laborado en la UAEM desde 1983 a la fecha, actualmente es investigador titular A adscrito al CIB en el Laboratorio de Bioingeniería Acuícola y responsable del Laboratorio de Biología Celular de la Facultad de Ciencias Biológicas UAEM. Pertenece al Cuerpo Académico reconocido por PROMEP “Manejo Biotecnológico de Recursos Acuáticos” de la DES de Ciencias Naturales. Es miembro del Sistema Estatal de Investigadores. Ha obtenido reconocimientos por el Consejo Universitario y en Congresos Nacionales por la asesoría de alumnos y participaciones personales.