En el mundo existen 2 mil 700 especies de alacranes, pero solo se ha caracterizado el veneno del 1% de estas. México, con 300 especies, se ha posicionado como el país con mayor biodiversidad de alacranes.
Estos artrópodos poseen una estructura especial llamada telson (ver figura 1). En esta se produce el veneno y se ubica el aguijón, que se parece a una aguja hueca por donde se inyecta el veneno a sus presas. El humano suele ser blanco del veneno, reportándose casos de intoxicación por picadura de alacranes (mejor conocido como IPPA). Los síntomas del IPPA son dolor y ardor en el sitio de la picadura, náuseas, vómito, excesiva producción de saliva, dificultad para respirar, alteración de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial. Por ello, la población suele temerle en gran medida a estos pequeños seres vivos. Sin embargo, en México solo 21 especies causan los síntomas antes descritos, mientras que el resto no son peligrosos. Además, algunos venenos de los pocos estudiados presentan beneficios para el ser humano (ver figura 1).
Alacranes en México
En nuestro país se ubica el género Centruroides, que posee los alacranes más peligrosos del mundo, por lo tanto, es considerado como el grupo taxonómico con mayor interés medico. Morelos, es uno de los estados donde se puede encontrar Centruroides limpidus, la especie responsable de un gran porcentaje de intoxicaciones a nivel nacional.
Por otro lado, existen especies no peligrosas, es decir, que su veneno no causa síntomas de IPPA al humano. Sin embargo, existe poca información enfocada al estudio de su veneno, a pesar de que hay un mayor número de especies.
Componentes del veneno de alacrán
El veneno de alacranes es una mezcla compleja de moléculas, dentro de las cuales podemos encontrar agua, proteasas que degradan la matriz extracelular de los tejidos para que el veneno ingrese mejor; hialuronidasa, que degrada el ácido hialurónico, permitiendo la entrada sin fosfolipasas; toxinas, que se unen a receptores celulares y que son las responsables de muchos de los síntomas de la IPPA; mucoproteínas, mucopolisacáridos, péptidos, que llegan a afectar los canales iónicos; compuestos de bajo peso molecular, como alcaloides y compuestos fenólicos; otras moléculas pequeñas como nucleótidos, aminoácidos, metales, iones, sales, serotonina, histamina, aminas biogénicas y otras sustancias que aún no han sido identificadas.
Propiedades terapéuticas del veneno
Algunos péptidos y compuestos pequeños del veneno de alacranes son capaces de formar poros en la membrana y provocar la muerte de las bacterias u hongos, por la liberación del contenido intracelular. Además, son capaces de eliminar a las bacterias más mórbiles del mundo como Mycobacterium tuberculosis, Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Salmonella spp.
Por otro lado, se ha visto el efecto proliferativo del veneno de Buthus martensii en células hematopoyéticas, lo cual podría tener implicaciones en terapias de transfusión de médula ósea o de sangre.
Figura 1. Usos potenciales del veneno de alacrán.
El veneno de Tityus bahiensis fue aplicado en ratones diabéticos, lo que generó proliferación en células ß pancreáticas; así mismo, el veneno de Androctonus australis mejora las funciones y supervivencia de estas. Estas células son las encargadas de producir insulina y durante la diabetes tipo I, nuestro sistema inmunológico las destruye, así, este veneno podría ser una excelente terapia para esta enfermedad. Actualmente, los investigadores han podido demostrar que los venenos de alacranes como Rhopalurus junceus pueden eliminar células de carcinoma pulmonar.
Los venenos de los alacranes han mostrado diversos efectos benéficos para el ser humano, sin embargo, aún hacen falta muchos estudios en modelos animales y en el humano para comprobar su efectividad, pero parecen ser prometedores contra una variedad de enfermedades. Por ello, en estos tiempos tomaron gran relevancia en el área de la salud. Ahora te preguntamos, ¿el veneno de alacrán es enemigo o aliado del humano?
Lizbeth Alejandra Martínez Martínez | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. Mayra Herrera Martínez | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Universidad de la Cañada, Oaxaca, México
MCA. María C. Carrera Fernández | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Tecnológico Nacional de México
Instituto Tecnológico de Tepic, Nayarit