Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

El fin del hombre petroleo

Dr. Luis Tamayo Pérez
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Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos

La era del petróleo barato es una pequeña anomalía en la historia de la tierra

The Society of Danish Engineers (2004)


El petróleo es una substancia que la naturaleza tardó millones de años en producir. La humanidad lo conoce desde hace miles de años, pero fue hasta hace poco más de un siglo que ha hecho uso irrefrenado del mismo. Hemos construido toda una cultura gracias a sus ventajas energéticas, pero es un recurso no renovable y en decremento paulatino e irremediable. No está demasiado lejana la fecha en la que vamos a pagar los costos de nuestro dispendio y falta de previsión.
La humanidad previa a la era del petróleo apenas superaba los 500 millones de habitantes. Esa cifra, gracias al petróleo, se ha multiplicado ahora por 13 y sumamos 6 mil quinientos millones. Se esperan 9 mil millones para el 2050.
Toda nuestra economía está sostenida en el petróleo. Con petróleo no sólo nos transportamos, son petróleo nuestros plásticos, el gas de nuestras estufas y calentadores, gran cantidad de nuestras telas y hasta las suelas de nuestros zapatos. También con petróleo se transportan las mercancías que consumimos, se fertilizan, siembran y cosechan nuestros campos. El hombre moderno prácticamente come gracias al petróleo.
Es por tal razón, que su eventual desaparición tendrá un impacto incalculable. En nuestro país el daño será muy elevado a causa de que las dos terceras partes del gasto corriente del gobierno (con lo que se paga el salario de funcionarios, legisladores, maestros, policías y demás servidores públicos) proviene de los ingresos petroleros.
Los yacimientos de petróleo que en nuestros días se descubren son cada vez más pobres o inaccesibles, lo cual implica que su explotación será cada vez menos rentable. Como señaló el Dr. Buenfil Friedman, de la Universidad de Florida, el petróleo barato y fácil de extraer ya se consumió. (Figura 1).

Fue el geofísico estadunidense M. King Hubbert, entonces director del laboratorio de prospecciones de Shell, el que definió al “pico del petróleo” como el momento de máxima producción de un yacimiento petrolero y predijo correctamente la ocurrencia de dicho pico en los yacimientos de los Estados Unidos de Norte América en 1970. Siguiendo la misma metodología los Dres. Colin Campbell y Kjell Aleklett de la ASPO (siglas en inglés de la Asociación para el estudio del pico del petróleo) han indicado que dicho pico lo alcanzará la humanidad antes del 2010, es decir, que a partir de esa fecha la cantidad de petróleo que se extraerá de los yacimientos en el mundo empezarán a declinar.

Son muchos los países que ya han alcanzado su Pico de producción petrolera (Estados Unidos de Norte América en 1970, Indonesia, Egipto y Venezuela en 1997, Argentina en 1998, Noruega en 2001, Irán en 2003 y México en 2004).
A pesar de que los yacimientos “viejos” declinan y los recién descubiertos son pobres, la humanidad, ciega, sigue consumiendo petróleo de manera acelerada, obligando a los paises productores a la explotación desmedida de sus yacimientos. Actualmente, por cada barril de petróleo recién descubierto se consumen cinco.
La disminución del recurso, aunada al aumento de la demanda ha conducido al incremento del precio del petróleo en los años inmediatamente recientes.
Como ya señalé, el pico de la producción mexicana, según la ASPO, ya pasó. En un informe de PEMEX presentado sus inversionistas en mayo de 2005 se informó que el yacimiento de Cantarell, el segundo más importante del mundo, declinaría desde fines de ese año y muchos otros pozos de nuestra nación también. Nuestras reservas “probables” reposan a cientos de metros bajo el nivel del mar y la tecnología (que actualmente no poseemos) para extraerles el petróleo es cada vez más cara, lo cual genera que su explotación sea poco rentable. El pasado 22 de octubre el diario Reforma informaba, en su primera plana, que al ritmo de extracción actual, México se convertirá en importador de petróleo en sólo 9 años.
La humanidad toda se encuentra en las últimas décadas de la que ha sido denominada la era del petróleo, una donde la humanidad ha podido reproducirse de manera muy exitosa gracias a un regalo que la naturaleza: el petróleo barato.

Petróleo que también condujo al principal error humano: la generación de gases de invernadero y su consecuente cambio climático. Cambio climático cuyos cada vez más terribles efectos continuaremos sufriendo durante cientos de años.

En nuestro país bastaron sólo una centena de años para producir una enorme masa de ciudadanos dependiente de tecnologías que no comprende y pobremente utiliza, incapaz de producir los alimentos que consume y que sólo puede importar gracias a los recursos petroleros. Una masa que, como puede apreciarse, es increiblemente vulnerable a las catástrofes ambientales y económicas.

¿Está todo perdido? No necesariamente. Para minimizar el daño derivado de la conjunción del cambio climático y la crisis petrolera en México es menester la construcción de un nuevo tipo de ser humano, uno consciente de su situación y de la de su medioambiente. Ese nuevo hombre, consciente de su finitud y de sus posibilidadaes, podría permitir la colaboración de sociedad civil y gobierno para:


1. Mejorar la eficiencia en el transporte de personas y mercancías: deshacernos de autos y camiones y cambiarlos por ferrocarriles y bicicletas.
2. Mejorar el consumo de energéticos: emplear etanol de caña para nuestras máquinas e industrias y con ello reactivar el campo morelense (no olvidemos que en 1900 Morelos era ¡el segundo productor mundial!).
3. Proteger nuestros Bosques y barrancas, atractores de agua.
4. Fomentar la generación de todos los tipos de energía alternativa: solar, eólica, biomasa, geotérmica, etc.
5. Fomentar del uso de tecnologías eficientes y bioamigables: focos ahorradores, ropa no sintética, fertilizantes orgánicos y control de plagas sin pesticidas inorgánicos, así como recuperar las tecnologías autóctonas.
6. Erradicar la industria ecocida: productores de Unicel, Pilas, etc.
7. Fomentar las empresas recicladoras: (papel, plásticos, tetrapack, pilas).
8. Construir plantas de tratmiento de agua por todo el Estado y nación.
9. Detener la sobrepoblación y fomentar masivamente la permacultura.

 

Figura 1(Descubrimiento de yacimientos petroleros. Fuente: ASPO)

Figura 2 (Pico de producción petrolera. Fuente: ASPO)

Figura 3 (Descubrimiento de yacimientos en relación con la demanda de producción petrolera. Fuente: ASPO):

Figura 4 (Precios del petróleoWTI)


Luis Tamayo Pérez es doctor en Filosofía. Miembro de la Asociación Filosófica de México, de l’école lacanienne de psychanalyse, de la Heidegger Gesellschaft y de los Comités de redacción de las Revistas Litoral y Carta psicoanalítica. Autor de los libros: La temporalidad del psicoanálisis (1989), Del síntoma al acto. Reflexiones sobre los fundamentos del psicoanálisis (2001) y Del discipulado en la formación del psicoanalista. (2004). Actualmente es Director académico del Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos.