Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Conociendo a...

Dra. María Esperanza Martínez Romero, una multifacética mujer de ciencia.

El Centro de Ciencias Genómicas (CCG) forma parte del Campus Morelos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Cuernavaca. Como parte de sus objetivos está contribuir al avance del conocimiento científico y tecnológico en ciencias genómicas, en este sentido existe una mujer en particular que por su trabajo perseverante se ha convertido en una autoridad mundial en sistemática y taxonomía de rhizobia (bacterias fijadoras de nitrógeno asociadas a plantas cuya utilidad práctica es la biofertilización), su nombre es Esperanza Martínez Romero.
Oriunda de la Ciudad de México, cursó la licenciatura en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. Posteriormente continuó su formación profesional en el Centro de Investigación sobre Fijación de Nitrógeno creado en la década de los 80 por la máxima Casa de Estudios en México y cuya meta principal era incorporar a nuestro país el esfuerzo internacional para entender las bases moleculares de la fijación de nitrógeno y usar este conocimiento para mejorar la agricultura. Fue en estas paredes, que hoy ocupan la sede del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM, campus Morelos donde Esperanza Martínez estudió la maestría y el doctorado descubriendo así lo que sería su camino como investigadora.
         Una vez obtenido el doctorado, se integró al grupo del Dr. Jean Dénarié en el Instituto Nacional para la Investigación Agronómica, para llevar a cabo una estancia posdoctoral en Toulouse, Francia y, hoy en día, se desempeña como investigadora titular en el CCG que años atrás la conoció como una brillante estudiante.
Esperanza Martínez Romero posee una formidable experiencia en el estudio de la diversidad bacteriana y cuenta con contribuciones importantes en ecología bacteriana, en las interacciones moleculares planta-bacteria en simbiosis y en sus aplicaciones prácticas. Ha propuesto varias especies de Rhizobium entre las que se cuentan R. tropici, especie utilizada extensivamente como inoculante. Su trabajo reciente con Klebsiella contribuye a distinguir adecuadamente patógenos de humanos y tiene importantes recomendaciones sanitarias.
Cabe señalar que, esta investigadora mexicana ha realizado una amplia labor de envío de cepas a diferentes laboratorios de investigación y a las principales colecciones del mundo, asimismo, ha brindado servicio para la genotipificación de microorganismos a investigadores nacionales e internacionales (1998-2004). Fue presidenta de la Sociedad Mexicana de la Fijación Biológica de Nitrógeno y de la Asociación Mexicana de Microbiología.
         Resultado de sus investigaciones, la Dra. Martínez Romero descubrió que Rhizobium etli (simbionte mutualista del frijol) es un colonizador natural del maíz y promueve su crecimiento. Ha estudiado mecanismos de dispersión de bacterias, efectos de las actividades humanas en el equilibrio de la diversidad y ha alertado sobre la probable pérdida de la diversidad de fijadores de nitrógeno debido al incremento de nitrógeno antropogénico. Participó en un proyecto apoyado por el Global Environment Facility para evaluar el impacto de la deforestación en la selva de los Tuxtlas en Veracruz en la diversidad de rhizobia.
         Como parte de su trabajo multidisciplinario, colabora con el Centro de Investigación en Energía (CIE-UNAM) como se menciona en la publicación “Plantaciones energéticas en Cuentepec, Morelos” http://hypatia.morelos.gob.mx/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=452 de la edición No. 26 de Hypatia. Asimismo, destaca su participación en uno de los macroproyectos de la UNAM en el cual se produjeron miles de plantas de leguminosas arbóreas nativas de México que se sembraron en la deforestada cuenca del río Tembembe. En este sentido, estableció dos convenios en 1993 y 1996 con la Secretaría de Desarrollo Ambiental para colaborar en reforestación. Sobre la recuperación ecológica y los riesgos de liberar a campos de cultivo bacterias potencialmente patógenas para el hombre, se le invitó a escribir una nota en Scientific American Edición Latinoamericana. Ha publicado más de 100 artículos en revistas internacionales. Cuenta con más de 4 mil citas a sus trabajos. La UNAM le otorgó las medallas Gabino Barreda en la licenciatura, maestría y doctorado y los premios: Jóvenes Universidad Nacional en 1996, Juana de Asbaje en 2003 y Universidad Nacional en 2005. También recibió el premio de Ciencias Naturales de la Academia Mexicana en 1996. Su biografía apareció publicada en “Who’s Who in Science and Engineering” y en “Outstanding Scientists of the XXI Century”. En enero 2009 fue invitada a ser miembro de la Asociación Americana de Microbiología. Para finalizar, se destaca que también participa activamente en la enseñanza impartiendo numerosos cursos en licenciatura y en posgrado. De hecho, todos los doctores que ha formado trabajan en investigación. Ha participado en difusión científica con artículos de divulgación, dictando conferencias a niños, campesinos y público en general y participado en programas de radio y televisión. A grandes rasgos, ella es Esperanza Martínez Romero, una mujer de ciencia.