“Si los investigadores nos divorciamos de nuestro contexto es entendible que la sociedad no comprenda por qué es importante la ciencia”
Nacida en la Ciudad de México, Ana María Cetto Kramis, realizó estudios de licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México y de postgrado en la Universidad de Harvard y en la UNAM. Es una investigadora del Instituto de Física y profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, su especialidad es la mecánica cuántica, la electrodinámica estocástica y la biofísica de la luz.
En el 2002, se convirtió en la primera mexicana que ocupa el cargo de directora general adjunta del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena y en la primera latinoamericana que es nombrada secretaria general del Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU, por sus siglas en inglés).
Hija del famoso arquitecto Max Cetto, quien en sus obras contemporáneas plasmo un marcado respeto a la ecología, Cetto Kramis posee una personalidad caracterizada por su compromiso social como científica; en 1995 era presidenta del Consejo de las Conferencias Pugwash justo cuando esta organización internacional ganó el Premio Nobel de la Paz en 1995.
También fue participe del Nobel de la Paz en 2003 al ser miembro de la dirección de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, en ese mismo año fue nombrada Mujer del Año y también ha recibido diversas distinciones como ser miembro de la Third World Academy of Science (con sede en Italia), miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, de la Sociedad Mexicana de Física y de la American Physical Society.
Es autora de decenas de artículos de investigación y varios libros. Ana María Cetto es también responsable de varios programas de literatura científica en Latinoamérica y de varios programas internacionales sobre la promoción y participación de las mujeres en la ciencia. Sobre este punto, fue galardonada con la distinción "Sor Juana Inés de la Cruz" que otorga la UNAM, a las mujeres investigadores más destacadas, en 2006.
Su labor como investigadora la ha desarrollado en el Instituto de Física y en la Facultad de Ciencias, de la UNAM. Como divulgadora de la ciencia, destacan sus libros “La Luz”, “El Mundo de la Física”, y su trabajo como directora del proyecto sobre el Museo de la Luz, uno de los dos centros interactivos de ciencias de la UNAM.
En esos puestos, Cetto espera impulsar la cooperación científica entre los países desarrollados y los del tercer mundo."Hasta ahora, la cooperación científica internacional ha estado dominada por países del Norte, en donde hay más estudios y se hace más ciencia; ha habido poco espacio para los científicos de los países en desarrollo", dijo Cetto. "Vamos a lograr que haya una mayor presencia".
Un claro ejemplo de que en este mundo globalizado, donde la investigación científica esta monopolizada por las grandes potencias y sólo 1 por ciento de los científicos del planeta son latinoamericanos, México ha logrado sobresalir con físicas tan interesantes como Ana María Cetto Kramis.