El estudio se realizó a 20 voluntarios saludables de una edad en promedio de 33 años. Los investigadores sugirieron que la risa provocó que el endotelio, capa interior de los vasos capilares, se expandiera para permitir un mejor flujo sanguíneo. Michael Millar señaló que "dados los resultados del estudio, se puede concebir la idea de que reír puede ser importante para mantener la buena salud del endotelio y, por tanto, disminuir los riesgos de un problema cardiovascular".
A pesar de todos los avances científicos con que contamos hasta la fecha, aún no se puede determinar con precisión el origen de la risa ni su proceso, pues involucra una relación bastante compleja entre los procesos del pensamiento y los aspectos emocionales del cerebro, así como una parte de control físico de los músculos pectorales. Lo que hasta ahora se sabe es que el hipotálamo, una pequeña estructura en lo profundo del cerebro, juega un papel importante en cosas como la sed, el control de temperatura del cuerpo, el apetito y también en la generación de la risa, pero nada más.
Estudios neurofisiológicos y de la conducta han mostrado que la risa puede ser algo más que una respuesta espontánea a un estímulo de humor. Hace alrededor de dos millones de años nuestros ancestros desarrollaron la capacidad de controlar a voluntad el sistema motor facial. Ello dio como resultado que la risa fuera una opción gestual asociada con distintos estímulos, incluido el de pausas y entonaciones estratégicas en una conversación.
Los humanos podemos ahora acceder a la risa de manera voluntaria y utilizarla para nuestros propios fines, tales como suavizar una conversación, interactuar con el interlocutor o con terceros, apaciguar a otros, o manifestar condescendencia con aquellos que no gozan de nuestros afectos, dijo Matthew Gervais Wilson, de la Universidad de Binghamptom en Nueva York, Estados Unidos.
Y para terminar de complicar el estudio de la risa por parte de los científicos, un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford determinó que hombres y mujeres percibimos la risa de diferente manera, esto después de observar a un grupo mixto mirando dibujos animados. El profesor Allan Reiss dijo que "los resultados ayudaron a explicar hallazgos previos que sugieren que hombres y mujeres conciben y aprecian el humor de diferente forma".
Los científicos también concluyeron que entre más gracioso el dibujo animado más se activaba el centro de retribución en la mujer, que es el lugar en el cerebro donde se crean las respuestas dadas a determinados estímulos. Lo que no sucede en los hombres, quienes al parecer esperaban desde el comienzo que el dibujo animado fuera chistoso.
Pero mientras los científicos terminan de comprender la risa, es mejor que nosotros sigamos disfrutando de al menos una sonrisa diario, pues entre más riamos seguramente gozaremos de un mejor estado de salud física y mental e incluso podremos mejorar nuestras relaciones con las demás personas. Así que amigos lectores, no pierdan en el tiempo en enojos, mejor disfruten la vida y sobre todo rían.