A pesar de esto, Se estima que hay más de mil millones de personas que no cuentan con agua potable y unos dos mil quinientos millones que no tienen saneamientos adecuados. Es más, algunos indicios recientes, señalan que se está perdiendo terreno en la resolución de tales problemas en países de Asia, África, América Latina y el Caribe. En otras palabras, si bien el tema del agua es un problema de todos, afecta más a la población pobre del mundo.
Los problemas de agua potable tienen repercusiones directas en la calidad de vida de las personas, por ejemplo, relacionadas con la salud, entre 10 mil y 20 mil niños mueren cada día por enfermedades que tienen que ver con el tema del agua, enfermedades que muy bien pudieran evitarse. Además, si el agua es escasa, la producción de alimentos también es escasa, y este problema amenaza tanto a las actuales generaciones, como a la supervivencia de las futuras en todos sus aspectos, ya que se calcula que para el año 2025, el 40% de la población existente, que podrá ascender a 8 mil millones, tendrá graves problemas relacionados con la agricultura, la industria y la salud humana, si solo cuentan con sus reservas actuales de agua dulce.
En materia de consumo doméstico, las mejoras técnicas se orientan a cosas prácticas y posibles de realizar en el corto plazo, como la detección de fugas de agua en el servicio doméstico, el cambio de retretes por unos de mayor ahorro de agua, y en general la posibilidad de usar diferentes clases de agua, muchas de ellas pueden ser aguas residuales tratadas. Ya se cuenta con algunas experiencias exitosas, en el tema de los retretes. Un programa de cambio de retretes en Nueva York en 1997, permitió la sustitución de 1 millón 330 mil retretes en unos 110 mil edificios; el resultado son 250 a 300 millones de litros ahorrados por día en la ciudad según estudio de Martindale publicado en la revista "Investigación y Ciencia" de abril de 2001.
La desalinización es quizás la solución más prometedora, pues involucra el descubrimiento de una nueva fuente de agua: a partir del agua salada que se encuentra en todos los mares y océanos del mundo, extraer el agua dulce. La desalinización promete convertirse en una alternativa muy eficiente en pocos años. Hoy día se estima que el 1% del agua potable en el mundo es ya producto de plantas desalinizadoras.
Sin embargo, como dice Gleick en la revista "Investigación y ciencia" de abril de 2001, todos estos cambios y concientizaciones serán posibles si nuestros planteamientos cambian de manera radical, y cambios así se producen despacio. Las estructuras económicas e institucionales aún siguen alentando el derroche y la destrucción de los ecosistemas. "En vez de buscar agua suficiente para colmar vagas previsiones de futuro, importa dar con la manera de satisfacer nuestras necesidades de hoy y de mañana con el agua de que ya disponemos, preservando a la vez los ciclos ecológicos, inseparables del bienestar humano".
Como seres pensantes es conveniente que empecemos a pensar en el manejo y cuidado del agua, para que las generaciones futuras puedan disfrutar del privilegio que hoy ya no tenemos de tomar agua de los ríos y los lagos sin temor a enfermarnos, que puedan estar tranquilos acerca de la forma en que las generaciones actuales cuidamos el agua sin desperdiciarla mientras lavamos el automóvil, regamos el pasto, nos lavamos los dientes o llenamos nuestras albercas. Es preciso recordar que si como individuos cuidamos el agua, cuando menos nos demos cuenta la sociedad entera estará haciéndolo también, y de esta forma garantizamos un futuro para todas las especies que habitan nuestra casa, nuestro planeta.