Las sierras del Ajusco (3,930 metros sobre el nivel del mar (msnm), Chichinautzin (3,250 msnm) y de Zempoala (3,690 msnm) son las de mayores altitudes, las cuales descienden abruptamente dando lugar a la formación de barrancas y lomeríos en el Valle de Cuernavaca que se extiende a una altitud aproximada de 1,750 a 1,100 msnm.
El gradiente topográfico más pronunciado se presenta entre el volcán de Tres Marías (3,310 msnm) y la localidad de Ocotepec (1,760 msnm), donde en 11 Km. se tiene un desnivel de 1,550 msnm, lo que da lugar al escurrimiento de los cauces de agua, y a un sinnúmero de barrancas profundas o superficiales que dan un gran contraste a esta área.
El Valle de Cuernavaca (1,750 msnm) se prolonga 25 Km. desde el poblado de Ocotepec hasta la localidad de Atlacholoaya (1,100 msnm) para dar paso después al Valle de Jojutla y Zacatepec.
Cuernavaca tiene más de 38 barrancas con un promedio de 8 a 15 kilómetros de longitud cada una. Cada barranca tiene un promedio de 20 a 25 barranquillas y sólo se refiere a la mancha urbana, porque si hablamos de todo el municipio, puede calcularse un número aproximado de 70 a 80 barrancas. Cuernavaca representa el 3.65 % de la superficie del estado.
El clima de la ciudad de Cuernavaca es semicálido subhúmedo con temperatura media anual de 22º C y la del mes más frío con menos de 18º C con lluvias en verano.
Las barrancas determinan la belleza y sobre todo el clima debido a la circulación de los vientos anabáticos y catabáticos que circulan por ellas de día y de noche.
Imagine amable lector que el valle de Cuernavaca fuera una ollita llena de confeti, y las paredes de la misma, las sierras. Ahora agregue varios orificios en la parte baja de la ollita e inserte en cada uno un popote; después sople suavemente; el confeti de la ollita se estará revolviendo! Si soplo aire caliente o frío , regularé la temperatura; por tanto ese viento recambia el calor, aprovechando los vientos frescos producto del agua de deshielo que corre por las barrancas!
La flora en las barrancas está constituida por bosque de pino-encino, bosque de pinos y selva caducifolia con vegetación secundaria. Dos especies de cazahuate; especies de llora sangre, tronadora, cuahulote, aretitos, berenjena, quelite, frijolillo, ciruelo y jaral. Esta vegetación nativa silvestre ha sido suplantada o bien se ha perdido debido a la intensa contaminación de los cauces de agua de las barrancas.
En las barrancas se pueden encontrar árboles como los cuahulotes, copales, amate amarillo, mataplo, ahuhuete, sauce y cazahuates. Desgraciadamente, se han introducido árboles como eucaliptos, casuarinas, jacaranda, hule, tulipán africano, trueno y coníferas, lo cual genera condiciones ambientales sin algún parecido a los hábitat naturales por lo que no se contribuye a la conservación de la vegetación arbórea y la flora nativa.
La fauna en las barrancas aunque disminuida de manera importante debido a los asentamientos humanos, esta representada por mapaches, gallinita de monte, zorrillos, tlacoaches, ardillas, víbora ratonera, ranas y lagartijas . Las aves que predominan en las barrancas son especies de selva tropical como la perlita, el abia, el perico, la aguililla, el bencejo o avión, varias especies de la mosquera o papamoscas, verdines o reinitas, primaveras, colibríes, palomas belloteras, urraca azul y gorriones caseros.
Todas estas especies se han visto afectadas por la alteración de la vegetación; la severa contaminación del ambiente y los extensos asentamientos humanos, por lo que su número se ha visto notablemente disminuido.
Las barrancas en general, son usadas como drenajes por las comunidades asentadas en las laderas y en las cercanías de los márgenes de las mismas y también, se utilizan como tiraderos de desechos al aire libre. Así, en muchas de ellas, se pueden identificar cloacas anaerobias de alto peligro para la salud pública.
Es pues fundamental cuidar las barrancas no sólo por el agua que acarrean; sino también porque son la fuente que genera el clima de la ciudad y regresando al ejemplo de la "ollita de confeti", perderíamos la fuente de viento y el clima elevaría su temperatura.
Te agradeceré amable lector los comentarios y discordancias que pueda generar este espacio de comunicación, por lo pronto y fiel a mi principio de divulgación científica, me despido amando la ciencia, su comunicación y el humano que existe en su entorno personal:
Paseamos por San Gaspar y en uno de los restaurantes que posee un laguito y peces, me enorgullecí oyendo la cátedra que daba Oscar Adrián a un niño mayor. – No son tiburones, esos se llaman plecus y limpian el agua, no comen peces; los rojitos son carpas y esos de bigotes bagres! Sofía oía muy atenta y comentó: pero los rosas con manchitas negras son los más bonitos – Anita, todos son bonitos, lo que pasa es que son diferentes, como la evolución de los "pokemones"-