"Hijo mío, mi collar, mi pluma preciosa, has venido a la vida...Hemos
visto por ti tus madres, tus padres, y tus tías, tus tíos, tus parientes
han visto por ti...
Y ahora, por breve tiempo, has venido a mirar, has venido a crecer,
has venido a echar tallos, has venido a embarnecer, como si fueras
un pajarito apenas puedes picotear..., has crecido como si acabaras
de salir de tu cascaroncito, como si te hubieran arropado con algo
precioso, como si te hubieran brotado tu colita, tus alitas, como si
apenas movieras tu manita, tu piecesito, tu cabecita, como si ya
hiciera el intento de andar volando...
Ahora mi niñita, tortolita, mujercita, tienes vida, has nacido, has
salido, has caído de mi seno, de mi pecho...te formó menudita tu
padre... Ojalá no andes sufriendo en la tierra. ¿Cómo vivirás al lado
de la gente, junto a las personas? Porque en lugares peligrosos, en
lugares espantosos, con gran dificultad se vive, Así hay aspereza en
la tierra...
El 20 de noviembre de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió con la sola idea de reafirmar los derechos universales del niño y para que se celebrara en cada país del mundo, que se consagraría a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinaría a actividades que desarrollaran el bienestar de los niños del mundo. Y también se les sugirió a los gobiernos que celebraran este día en la fecha y forma que cada uno de ellos estimase conveniente. En México se celebra el 30 de abril. Pero se tomó el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño, para conmemorar esta declaración tan importante con el Derecho a la salud y el bienestar básicos, sus familias, a la Educación, el Juego y las Actividades Culturales, el Derecho a la Protección Especial, los Derechos Civiles y las Libertades de los Niños.
La variación genética dentro de una especie es enorme. Lo podemos percibir a simple vista y se ha documentado al encontrar muchísimas diferencias en el DNA de distintos individuos. Por ahora lo que nos interesa es saber cómo al formarse un nuevo individuo se combinan estas variedades genéticas para dar lugar a un ser único e irrepetible.
En los humanos el manual de instrucciones contiene 3,200 millones de letras (bases). Como comparación, si se tratase de libros que cada página tuviese 3 mil letras, el manual ocuparía mil volúmenes, cada uno con mil páginas. En esencia, el Proyecto del Genoma Humano consiste en descifrar este enorme texto y conocer el lugar preciso, el número del tomo, de la página, que ocupa cada palabra o frase. Las 3,200 millones de letras están contenidas en sólo 23 tomos o, lo que es lo mismo, en 23 diferentes largas moléculas de DNA. Y así como generalmente las hojas de un libro no están sueltas, sino encuadernadas, cada hebra de DNA está empaquetada dentro de estructuras que llamamos cromosomas. Uno de los miembros de cada par de los 23 cromosomas procede de la madre y el otro, del padre.
El inicio de cada individuo está en la formación de los gametos, el óvulo y el espermatozoide, que al juntarse darán lugar a la primera célula embrionaria. La variedad de óvulos o de espermatozoides que produce a lo largo de su vida un solo individuo es tan grande que, para fines prácticos, podemos decir que ninguno de ellos es igual al otro. La consecuencia es que, no puede haber dos personas exactamente iguales entre sí. El mecanismo que explica esta admirable diversidad se llama recombinación genética, recordemos que cada gameto lleva solamente un miembro de cada uno de los 23 cromosomas; ¿cuál de los dos, el de origen materno o paterno?, es algo que queda completamente al azar cuando se forma un espermatozoide o un óvulo. Simplemente por está razón existen más de ocho millones de combinaciones posibles.
Pero además existe un mecanismo que aumenta muchísimos órdenes de magnitud este número ya de por sí tan grande de combinaciones. Dicho mecanismo, que se conoce como entrecruzamiento de los cromosomas, se lleva a cabo durante la formación de los gametos, al aparearse cada cromosoma materno con su correspondiente paterno e intercambiar fragmentos entre sí. Si se considera que estos entrecruzamientos ocurren centenas de miles de veces al formarse cada gameto, se entenderá que la variedad de gametos es casi infinita. Ésta es, pues, la raíz y el origen de nuestra individualidad, a la que se irán añadiendo, naturalmente, el cúmulo de experiencias de toda índole con el paso de los años.
"Hoy se sabe menos que nunca lo que es eso, lo que es un hombre realmente vivo, y se lleva a morir bajo el fuego a millares de hombres, cada uno de los cuales es un ensayo único y precioso de la Naturaleza. Si no fuéramos algo más que individuos aislados, si cada uno de nosotros pudiese realmente ser borrado por completo del mundo por la bala de fusil, no tendría ya sentido alguno relatar historias. Pero cada uno de los hombre no es tan sólo él mismo, es también el punto único, particularísimo, importante siempre y singular, en el que se cruzan los fenómenos del mundo sólo una vez de aquel modo y nunca más. Así, la historia de cada hombre es esencia, eterna y divina, y cada hombre, mientras vive en alguna parte y cumple la voluntad de la Naturaleza, es algo maravilloso y digno de toda atención. En cada uno es crucificado un redentor" H. Hesse (Demian)