Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Copales y cuajiotes en el México biodiverso


Archivo: Biología
Dr. Óscar Dorado Ramírez / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Biól. José María de Jesús Almonte / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. Dulce María Arias Ataide / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Universidad Autónoma del Estado de Morelos

La fascinante Selva Baja Caducifolia (SBC) o bosque tropical caducifolio de México, ocupa un área de alrededor del 8% del territorio nacional. La SBC se caracteriza porque las especies dominantes de árboles y arbustos que lo conforman pierden sus hojas durante la época seca del año (verano: octubre a mayo). Este tipo de vegetación alberga una gran parte de la biodiversidad florística del país.
Particularmente en el estado de Morelos existe evidencia de que al menos tres cuartas partes de su territorio está cubierto por SBC. Su gran diversidad de formas y de estrategias para enfrentar las exigentes condiciones ambientales de escasez de agua, origina que esta represente una excelsa exhibición de adaptaciones. Una de las características que siguen impresionado a mucha gente, particularmente a los biólogos es la forma de cómo las plantas se defienden del excesivo calor causado por el “Señor Sol”; sus rayos son tan fuertes que algunas veces resulta difícil explorarla. Algunas especies de árboles que sobresalen en este tipo de vegetación son: “Amate amarillo” (Ficus petiolaris), “Amate prieto” (Ficus cotinifolia), ”Ayoyote” (Cascabela thevetioides), “Cacaloxochitl” (Plumeria rubra), “Cuachalalate” (Amphipterygiun adstringens), “Cazahuate” (Ipomoea murucoides), “Copal manso” (Bursera copallifera), “Cuajiote colorado” (Bursera lancifolia), “Cuatecomate” (Crescentia alata), “Cuayotomate” (Vitex mollis), “Guayacán” (Conzattia multiflora), “Órgano cenizo” (Pachycereus grandis), “Pochote” (Ceiba aesculifolia), “Teclate” (Pseudosmodingium perniciosum), “Tepeguaje” (Lysiloma acapulcense), y “Tepemezquite” (Lysiloma divaricatum), por mencionar algunas.
          Actualmente existen regiones específicas de SBC con considerables niveles de conservación en Morelos, como: el “Cañón de Lobos”, “El Texcal”, “Sierra Montenegro”, y algunas barrancas y cerros aislados en diversos municipios. No obstante, es indudable que el lugar con mayor extensión territorial lo representa la Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla (REBIOSH), siendo éste el principal reservorio de SBC de la Cuenca del Río Balsas (CRB). Aún cuando a menudo la SBC es muy diversa, en algunas zonas conservadas, se puede distinguir una serie de asociaciones, casi monoespecíficas a las que se les denomina “cuajiotales”; esto se debe a que los principales componentes arbóreos que lo integran son diversas especies del género Bursera. Las especies más abundantes en el “cuajiotal” son: “Cuajiote colorado” (Bursera morelensis), “Chical” (B.aptera), “Cuajiote colorado” (B. lancifolia), “Palo mulato” (B. grandifolia), especies llamadas comúnmente “cuajiotes” y cuya característica es que tienen corteza papirácea. También se pueden encontrar otro grupo de burseras, cuya corteza no se desprende en forma papirácea, conocidos como “Copales”, en donde se encuentran principalmente a: “Copal manso” (Bursera copallifera), “Olinalé” (B. linanoe), “Copal chino” (B. bipinnata), “Ticumaca” (B. bicolor) y, “Copal liso” (B. glabrifolia), entre otras.
         Precisamente, por el tipo de corteza, en el género Bursera (donde se encuentran los copales y cuajiotes), se reconoce la división principal entre las burseras en dos secciones que comparten numerosos rasgos: la sección Bursera conocidos con corteza externa exfoliante y con colores lustrosos; y la sección Brickelia (los llamados “copales”), con corteza gris, no exfoliante. El género incluye alrededor de 100 especies, distribuidas exclusivamente en el continente americano; de ellas, 84 habitan naturalmente en México. En el estado de Morelos se registran un total de 20 a 23 especies, lo que corresponde al 27% de las reportadas para México. A su vez, en la REBIOSH se encuentran al menos 16 de estas especies.
La familia Burseraceae es una de las que presenta uno de los mayores porcentajes de especies endémicas (alrededor del 95%). Su mayor riqueza y abundancia se encuentra a lo largo de las SBCs de la vertiente del Pacífico, particularmente en la CRB (región donde se encuentra Morelos) donde se concentra cerca de 50 especies, varias de ellas endémicas para dicha región. Desde el punto de vista ecológico, el género Bursera juega un papel fundamental en la SBC, ya que son de los árboles más abundantes y que por lo tanto dominan el paisaje. Además de esto, son especies con mayor frecuencia en sitios conservados.
          Los “copales” y “cuajiotes” han sido conocidos y usados en México por las principales culturas prehispánicas; el ofrecimiento del copal para humear (sahumar) en el altar del templo era una práctica imprescindible en el aprendizaje de las danzas, penitencias y otros menesteres del ritual. En la actualidad, muchas de estas especies son consideradas como multipropósito (es decir, se le reconocen diversos usos); son varias las aplicaciones que aún se les da a estas especies, principalmente en las poblaciones rurales, especialmente en la REBIOSH. La extracción directa de resinas es una de las características relevantes de este grupo; estas sustancias son extraídas para ser empleadas localmente o para su venta; tal es el caso de la resina del copal, que se extrae del “copal chino” (Bursera bipinnata), del “copal manso” (Bursera copallifera) y, esencias del “olinalé” (Bursera linanoe). La resina aromática (“copal”) de diferentes especies de Bursera se ha usado como incienso y barniz. Asimismo, muchas especies son utilizadas como cerco vivo, cuyo objetivo es proteger y delimitar las parcelas y potreros, o para ser aprovechadas como cortinas rompevientos. Por otro lado, dentro de los posibles usos medicinales que tienes las especies de este género se encuentran los remedios para torceduras, “fríos”, bronquitis, tos, infecciones de la piel y limpias; algunas más son utilizadas como plantas de ornato (Tabla 1).

Finalmente, los diversos estudios florísticos que se han realizado en los últimos años, dentro del Programa de Restauración Ecológica del Estado de Morelos (PREEM), evidencian la gran distribución de las burseras en el estado y su relevancia en la vegetación nativa del trópico seco de Morelos. De acuerdo a este análisis, la distribución de algunas especies del grupo de los copales y cuajiotes en el Estado, es de la siguiente manera (en orden decreciente en cuanto a número de especies): “Copal manso” (B. copallifera), en 24 municipios; “Copal” (B. fagaroides), en 24 municipios; “Cuajiote colorado” (B. lancifolia), en 17 municipios; “Copal chino” (B. bipinnata), en 15 municipios; “Palo mulato” (B. grandifolia), en 15 municipios, sólo por mencionar los de mayor presencia en Morelos. Por otro lado, entre los municipios con mayor número de especies de este género se encuentran: Tlaquiltenango (18), Tepalcingo (13), Puente de Ixtla (11), Tepoztlán (10), Emiliano Zapata (10) y, Jiutepec (8). El conocer estos datos, y la relevancia de este grupo en la SBC, es fundamental para optimizar y mejorar el PREEM.
         Con base en lo anterior, el grupo de “copales” y “cuajiotes”, representa una gran oportunidad para fortalecer diversas líneas de investigación encaminadas al mejor y mayor conocimiento de este grupo de plantas, desde diferentes puntos (químicos, florísticos, ecológicos, evolutivos, y etnobotánicos, entre otros). Para finalizar, es conveniente mencionar que estos árboles están intrínsicamente relacionados con la historia social y evolutiva de los mexicanos que habitan el México rural, el México biodiverso.

 


El Dr. Óscar Dorado es fundador y promotor de la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla, Morelos. Es Miembro de la Academia de Ciencias de Morelos. Ha recibido numerosos reconocimientos entre los que destaca el “Premio Nacional de Ecología 1998”. Otorgado por la Secretaria de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAT) y entregado por el presidente de México Ernesto Zedillo Ponce de León. Sus líneas de investigación son: Botánica, Sistemática, Evolución, Hibridación, Conservación y Educación Ambiental.