Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Temidos y Venerados. Alacranes Morelenses

Biól. Milagros Córdova Athanasiadis
Dr. Oscar Francke Ballvé
Instituto de Biología, UNAM.

Considerados por algunos autores como “fósiles vivientes” los alacranes son artrópodos muy antiguos, que aparecieron en el planeta hace 450 millones de años, siendo además de los primeros animales en colonizar el medio terrestre (Kjellesvig- Waering, 1986).

La palabra alacrán deriva del árabe al- agrab y quiere decir escorpión, por lo que ambas palabras se refieren al mismo animal (Polis, 1990), un arácnido que ha sido temido y venerado por las sociedades humanas a lo largo del tiempo. Esto se debe principalmente a que como parte de su biología, todos los alacranes producen veneno, que en el caso de algunas especies puede llegar a afectar al ser humano ocasionándole incluso la muerte.

Los escorpiones son arácnidos que se encuentran distribuidos casi en todos los continentes, con excepción de la Antártica y algunas islas (Polis, 1990). Actualmente, este grupo está representado por 16 familias y aproximadamente mil 500 especies y subespecies (Fet et al, 2000). En México, se encuentran 7 familias con cerca de 240 especies y subespecies descritas, de modo que la fauna de alacranes mexicana es una de las más ricas del mundo (Lourenço y Sissom, 2001).

En el estado de Morelos, hay 16 especies de escorpiones, pertenecientes a 4 familias diferentes representadas por los géneros Centruroides (3 especies), Diplocentrus (3 especies), Hadrurus (1 especie) y Vaejovis (9 especies). La localización geográfica que tiene el Estado, aunado a su gran heterogeneidad climática, edafológica y geológica y a la influencia de la provincias biogeográficas de la Depresión del Balsas y del Eje Neovolcánico, son factores que han permitido tal diversidad de escorpiones en la entidad, la cual representa el 8% de la escorpiofauna del país (Córdova- Athanasiadis, 2005).

Estas especies explotan distintos tipos de hábitats, encontrándoseles debajo de piedras, objetos en el suelo y bajo la corteza de troncos. Algunas viven exclusivamente entre las grietas de algunas paredes rocosas; otras hacen galerías en el suelo y permanecen ahí la mayor parte del tiempo y otras más generalistas es posible encontrarlas dentro de las habitaciones humanas.

Los alacranes son animales atractivos, no solo por su aspecto físico, sino también por su “peligrosidad”. Todas las especies de alacranes producen veneno, el cual les sirve principalmente en la alimentación para paralizar a las presas y como mecanismo de defensa contra depredadores. Sin embargo, no todas las especies representan un riesgo para el ser humano. De las 16 familias que tiene el orden, solo una, la Buthidae, presenta especies con potentes neurotoxinas que pueden afectar al hombre.

En México, la familia Buthidae se encuentra representada únicamente por el género Centruroides, el cual se distribuye ampliamente en el país, con aproximadamente 32 especies y subespecies (Lourenço y Sissom, 2001), de las cuales solo 6 ó 7 se consideran de importancia médica.

¿Qué especies hay en Morelos?
Particularmente tres especies de Centruroides se encuentran en la entidad:
1) Centruroides balsasensis, que se encuentran distribuida en la zona centro y sur de la entidad,
2) Centruroides limpidus limpidus, distribuida en todo el estado y
3) Centruroides margaritatus, especie centroamericana que fue introducida en el municipio de Cuernavaca. De éstas solo las dos primeras se consideran de importancia médica para el hombre y son responsables de los miles de casos de alacranismo que se reportan en la entidad. Las otras presentes en el Estado no representan ningún riesgo para la salud humana (Córdova- Athanasiadis, 2005).

Hoy en día, gracias a los trabajos de investigación realizados por el Instituto de Biotecnología de la UNAM y el Instituto Bioclón (Grupo Silanes), hay faboterápicos (sueros antivenenos) de alta calidad y eficiencia que permiten contrarrestar los efectos ocasionados por la picadura de alguna de las especies consideradas de alta toxicidad para el país.

Los escorpiones son animales de gran importancia, son depredadores naturales que permiten regular las poblaciones principalmente de otros artrópodos en los ecosistemas. Presentan propiedades fascinantes como la fluorescencia, cuando estos son iluminados con luz ultravioleta; la resistencia a la radioactividad, la capacidad de vivir en condiciones extremas (altas y bajas temperaturas), sus bajas tasas metabólicas y la capacidad para presentar toxinas tan potentes que lleguen a afectar a un mamífero de gran talla como el hombre, entre otras.

Todas estas características han permitido que los alacranes sean considerados como un grupo exitoso desde el punto de vista evolutivo, que han permanecido en el planeta por millones de años y que han cautivado al hombre en diferentes culturas y tiempos llegando a mitificarlos. Aun desconocemos muchos aspectos básicos de la biología, comportamiento y distribución de estos intrigantes animales y nuevos descubrimientos están a la espera de jóvenes investigadores que se interesen en estudiarlos.


La Biól. Milagros Córdova Athanasiadis, cursó la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias Biológicas de la UAEM. Actualmente participa en distintos proyectos en el Laboratorio de Aracnología del Departamento de Zoología del Instituto de Biología de la UNAM. Sus líneas de investigación están enfocadas a sistemática de escorpiones y sistemas de información geográfica, percepción remota y modelos de distribución de especies.


El Dr. Oscar F. Francke Ballvé es Investigador Titular “A” en el Instituto de Biología de la UNAM y Curador de la Colección Nacional de Arácnidos. Ha publicado más de 60 artículos científicos sobre la biología general, evolución y taxonomía de los alacranes.Literatura citadaCórdova Athanasiadis, M. 2005. Escorpiofauna (Arachnida: Scorpiones) del Estado de Morelos. Tesis de Licenciatura en Biología. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. México. 109 p.Fet, V., W.D. Sissom, G. Lowe y M.E. Braunwalder (Eds). 2000. Catalog of the Scorpions of the World (1758- 1998). The New York Entomological Society. Nueva York. E.U.A. 690 p.Kjellesvig-Waering, E.N. 1986. A restudy of the fossil Scorpionida of the World. Paleontolographica Americana, 55:1-87.Lourenço, W.R. y W. D. Sissom. 2000. Escorpiones. 115-135 pp. En: Llorente, J., E. González y N. Papayero (Eds). Biodiversidad, taxonomía y biogeografía de artrópodos de México: Hacia una síntesis de su conocimiento. Universidad Nacional Autónoma de México. 676 p.Polis, G. A. 1990. The biology of Scorpions. Standford University Press. E.U.A. 587p.